Saber qué es y para qué sirve la Cristalmina es crucial para curar correctamente las heridas. Este compuesto antimicrobiano se ha ganado la atención y la confianza de profesionales de la salud debido a su capacidad para combatir una amplia gama de infecciones, desde quemaduras hasta heridas superficiales. A lo largo de este artículo, vamos a aclarar las dudas sobre su uso y las diferencias que presenta frente al Betadine.
Cómo curar una herida superficial
Hacernos una herida es algo común, especialmente en hogares con niños. Ante este escenario, es esencial saber cómo actuar para garantizar una pronta recuperación.
A continuación, te proporcionamos algunos pasos básicos para curar heridas superficiales de manera efectiva.
1. Limpieza inicial: Lo primero que debemos hacer frente a una herida superficial es lavarla con agua y jabón o suero fisiológico. Este paso ayuda a eliminar la mayor cantidad de residuos posibles. Utiliza una gasa estéril para secar la zona con suavidad.
2. Control de sangrado: Si la herida provoca pérdida de sangre, es crucial comprimirla suavemente con una gasa estéril durante un tiempo prudencial. Esto ayuda a detener el sangrado y facilita la siguiente etapa del proceso de curación.
3. Desinfección: Una vez controlado el sangrado, es momento de desinfectar la herida. Aquí es donde entran en juego los antisépticos. Productos como el Betadine y la Cristalmina son opciones efectivas. Estos no solo desinfectan la herida, sino que también eliminan bacterias, hongos, virus y esporas de los tejidos vivos, como la piel o las mucosas. Es importante entender la diferencia entre antisépticos y desinfectantes. Mientras que los desinfectantes como el alcohol se utilizan para eliminar microorganismos de superficies inertes (por ejemplo, el material de quirófano o el suelo), los antisépticos son productos químicos diseñados para desinfectar y eliminar agentes patógenos de tejidos vivos, como la piel o las mucosas. Su uso es tópico y no se absorben de manera sistémica.
Veamos más a fondo en qué consiste la Cristalmina y cuándo es más recomendable usarla.
Qué es la Cristalmina
La Cristalmina es un producto de aplicación externa y cutánea diseñado para facilitar la curación de heridas. Su composición incluye clorhexidina como principio activo, lo cual le confiere propiedades desinfectantes y antisépticas altamente efectivas. Este medicamento se utiliza tanto para esterilizar instrumentos quirúrgicos previos a una intervención como para limpiar heridas directamente en la piel. Su acción es rápida y persistente, combatiendo en las áreas afectadas durante varias horas.
Para qué sirve la Cristalmina
La Cristalmina o clorhexidina se encuentra en diversos productos disponibles en farmacias y otros establecimientos no sanitarios, destinados al tratamiento de heridas.
Es esencial conocer las concentraciones de este componente en sus diferentes presentaciones. En el caso del uso tópico, se debe tener en cuenta que las concentraciones
predominantes son inferiores al 1%, considerándose productos de uso cosmético e higiene. No se recomienda su aplicación en mucosas y pie.
La clorhexidina al 1% se clasifica como un medicamento, por lo que estos productos se venden exclusivamente en farmacias. Están indicados para tratar diversas infecciones en heridas y quemaduras, como tatuajes, piercings, quemaduras superficiales, marcas de acné, mordeduras de mascotas, cortes leves y la curación del ombligo de los recién nacidos.
Las concentraciones al 2% y al 5% son productos sanitarios, pero no son apropiados para tratar heridas. Ambos se utilizan como soluciones antisépticas para la piel sana. En el caso del 5% o porcentajes superiores, se emplean como desinfectantes de material de laboratorio y quirúrgico, así como líquidos desinfectantes para manos.
¿Dónde no se debe usar la Cristalmina?
Este producto está destinado únicamente para uso externo en la piel:
- No debe ser ingerido.
- Evita rociar en los ojos, oídos o dentro de la boca u otras mucosas. En caso de contacto accidental con los ojos u oídos, enjuagar inmediatamente con abundante agua.
- No se debe usar en heridas profundas y extensas sin consultar a un médico.
- Evita la aplicación repetida y el uso en grandes áreas, así como con vendajes oclusivos (no transpirables), sobre piel lesionada y en mucosas.
- No se recomienda para la asepsia de áreas de punción o inyección, ni para la desinfección de material quirúrgico.
Diferencias entre Betadine y Cristalmina
A continuación, vamos a ver cuándo es mejor comprar Betadine y cuándo Cristalmina en la Farmacia.
El Betadine, un antiséptico de amplio espectro, posee propiedades antibacterianas (bactericida Gram+ y Gram-), antifúngicas (fungicida), antivirales, y ejerce acción biocida contra protozoos y esporas. Su componente activo es la povidona iodada, liberando yodo que oxida enzimas y proteínas estructurales de microorganismos, destruyendo sus células. Su efectividad cesa al secarse, por lo que es crucial aplicar una cantidad adecuada durante el proceso de desinfección.
El nombre comercial Betadine se encuentra disponible en diversos formatos según la aplicación, siendo la solución dérmica al 10% comúnmente utilizada para desinfectar pequeñas heridas, arañazos, rozaduras o quemaduras leves. Al igual que Cristalmina, es de uso tópico, presentando baja toxicidad.
Una desventaja de Betadine es su capacidad para manchar la ropa y tejidos en contacto con la herida, así como colorear la piel, aunque este color desaparecerá con lavados sucesivos.
Además, se desaconseja la aplicación de Betadine en personas con intolerancia al iodo o a medicamentos iodados, y no debe ser usado de forma prolongada en individuos con alteraciones tiroideas, ya que podría causar dermatitis. Tampoco se aconseja su uso en embarazadas o menores de seis años. En el caso de los niños, porque sus tiroides no están completamente formadas para absorber el yodo suministrado por Betadine.
Por otro lado, la Cristalmina, con un principio activo de digluconato de clorhexidina a 10mg/ml, es otro antiséptico cutáneo o tópico. Aunque posee una acción antiséptica amplia, es menos extensa que la de Betadine, desinfectando una amplia gama de bacterias y levaduras, pero con menor efectividad contra bacterias del género Pseudomonas, y carece de acción virucida o esporicida.
La ventaja de Cristalmina sobre Betadine radica en su acción rápida, su capacidad de adherencia en la piel durante más de tres horas, y la disponibilidad comercial en forma de spray, facilitando su aplicación en la herida y la zona a tratar. Además, no mancha la piel ni la ropa.
Por lo que, en términos generales, Cristalmina se considera preferible en niños y mujeres embarazadas en comparación con Betadine.
Ahora que ya conoces más en profundidad qué es y para qué sirve la Cristalmina, podrás hacer un uso correcto de este antiséptico tan socorrido.